martes, 20 de abril de 2010

ANIMAL 13 de abril al 15 de mayo 2010















luego de admirar la obra tributo a camilo mori me dirigí hacia otra galería de alonso de cordova que me provocaba curiosidad y que había oído hablar y pensé tengo que verla! fue entoncés cuando entre en la galería animal en la que se encontraban la sala cero 1, 2 y 3

la primera en la que entré fue la sala cero en la que se estaba presentando la obra "versus " de
la artista Daniela Kovacic, un conjunto de 10 autorretratos al óleo sobre tela en formato vertical (200 x 135 cm cada uno), en la que se expone sobre un fondo plano la imagen de una mujer joven conteniendo y/o sosteniendo distintos alimentos en su boca tal como mermelada, carne, pescado y golosinas, para nombrar sólo algunos elementos.
Según explica la artista, "el trabajo que realizo se centra en los conflictos internos del sujeto, los cuales represento a través del retrato. Utilizo el rostro como medio comunicador, como conector del invisible interior hacia el plano visible y superficie".

La muestra maquina mediante la representación pictórica la común confrontación crónica y a veces dolorosa de la mujer con su auto-imagen. Representa la lucha entre el cuerpo sentido y su imagen reflejada. Así, la presencia de comida en los retratos responde a la necesidad de hacer evidente el conflicto expuesto sobre trastornos con la imagen propia como serían los denominados "desordenes alimenticios". Estos cuadros encarnan el sufrimiento de una mente rumiante y de ideas obsesivas con algo tan ordinario y normal como lo es el alimentarse cada día. Algo que, por orden lógico, no debiera constituir angustia alguna si se poseen los medios para obtenerlo.

Por medio de estos retratos, la pintora desea transmitir una molestia continua creada mediante una imagen que se podría calificar de grosera. "Creo que el modelo elegido se encuentra en ese límite ya que no alcanza a ser asqueroso ni terrible, tan sólo puede causar un poco de molestia. Sin embargo, la repetición y constancia de este modelo logra que esa pequeña molestia sea continua y se vuelva crónica", agrega Kovačić.

me pareció muy impactante visualmente por el realismo utilizado y por ejemplo en el caso de la carne saliendo de la boca , no es muy agradable a la vista pero también me pareció una propuesta interesante y original.



Obras del artista nacional Rodolfo Opazo ,óleos sobre tela de gran formato que datan de entre los años 60 y los 90, y que no sólo pertenecen a colecciones privadas sino que también al propio artista.

Según el Premio Nacional de Arte (2001), “esta muestra se podría catalogar como una especie de retrospectiva menor”. Tal como lo dice el título de la exposición, su obra la atraviesa la temática de la melancolía, estado anímico que constantemente ha abordado. “Siempre he trabajado con la melancolía, pero la melancolía filosófica en el sentido que el demonio fue expulsado del paraíso y por eso él es el gran melancólico”, explica Opazo para el cual “el arte y cualquier trabajo que se haga, si se toma de forma trascendente, es una manera de oración”.

La muestra permitirá atravesar sus más diversas etapas pictóricas y temáticas. “Mi figura humana fue inicialmente abstracta hasta que se fue consolidando y comencé a poner ésta en situaciones. Luego apareció el antropomorfismo propiamente tal época en la que nace la obra Los Humanos. Aparecen las cajas donde no se sabe si la figura entra o sale de ellas, y los altares para defenderse de la melancolía. Luego de una crisis que sufrí al buscar el absoluto, nace la pintura más gestual que habla del hombre inmediato. Me metí más en lo circunstancial y comencé a hacer la serie de deporte, poniendo a los deportistas arriba de un altar como si fueran una escultura, contrastando la parte tectónica con la otra más suelta”, comenta Opazo sobre su obra. En los años 90 el artista aborda el mundo que rodea al personaje mitológico griego Dionisio y su figura humana pierde su contorno insertándola en la naturaleza y el paisaje.

Mientras trabaja, el artista nacional se va nutriendo de la literatura que está leyendo de autores como Thomas Mann, T. S. Eliot o Marcel Proust, y escuchando música, especialmente tangos y boleros. Así, el hombre, que juega un rol protagónico en sus telas, se va encontrando con los más diversos escenarios donde “el color está supeditado a la imagen”. El poeta, ensayista y crítico de arte argentino Aldo Pelegrini, muy amigo del artista, decía de su obra: “no es pintura es poesía pintada”.

Rodolfo Opazo, nació en Santiago el 8 de marzo de 1935. El pintor se formó en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile y continuó su formación en grabado trabajando en el Taller 99, iniciando su producción artística en 1957. En 1961 obtuvo una beca de la Unión Panamericana que le permitió estudiar tres años en Pratt Graphic Art Center de Nueva York. Pertenece a la Generación del 60 junto a Roser Bru, José Balmes y otros artistas. Sin embargo, el trabajo de Opazo se inscribe en la línea surrealista de Roberto Matta, Enrique Zañartu y Carlos Antúnez. Ha desarrollado una extensa carrera docente ejerciendo desde 1970 hasta 1993 como profesor titular de los Talleres de Pintura en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Durante ese tiempo ejerció una importante influencia en artistas, especialmente de la Generación del 80 como Samy Benmayor, Bororo, Matías Pinto D’Aguiar y Omar Gatica, entre otros. Rodolfo Opazo ha recibido innumerables distinciones entre ellas el Premio Nacional de Artes Plásticas el 2001. Sus obras se encuentran en destacadas colecciones internacionales.



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